6 ventajas de usar el lavavajillas

Aunque lavar la vajilla a mano es una tarea bastante sencilla, con el tiempo puede resultar agotadora; sobre todo si tienes una familia numerosa, pues resulta cansado ponerse delante del fregadero para lavar la montaña de platos después de la comida o la cena.

Utilizar un lavavajillas no solo elimina la pesada tarea de lavar platos, vasos y cubiertos a mano, sino que también ahorra dinero y agua, ya que genera menos impacto en el medio ambiente y es más higiénico. Además, se rompen menos platos en el lavavajillas que cuando los lavas a mano.

La idea de tener en casa un electrodoméstico que alivie el cansancio y permita tener siempre la cocina en orden es realmente ventajosa.

Ventajas del lavavajillas

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A continuación, las ventajas del lavavajillas:

1. Es más seguro

Lavar los platos en el lavavajillas es más seguro porque se manipula menos la vajilla que cuando se lava en el fregadero. Menos roturas significa menos posibilidades de cortarse y lesionarse con los bordes afilados de los cuencos o vasos rotos.


2. Ahorra tiempo y esfuerzo

Este primer aspecto es bastante obvio. El lavavajillas lava los platos y las ollas en tu lugar, lo que te evita estar de pie frente al fregadero durante un tiempo prolongado (también si sueles tener que secar toda la vajilla). Además, no tendrás que fregar a fondo tus ollas y sartenes para eliminar la suciedad, que no es poca cosa.


3. Ayuda a mantener el orden en la cocina

Guardar la vajilla sucia fuera de la vista y en el lavavajillas no solo es cómodo, sino que mantiene la cocina, los fregaderos y los bancos de trabajo más limpios.


4. Desinfecta

Las temperaturas que utiliza el lavavajillas, a través de varios ciclos de agua hirviendo, son mucho más altas que las que se soportan al lavar la vajilla a mano.

Si se utiliza el detergente adecuado y se coloca la vajilla correctamente, el lavavajillas la limpia y desinfecta perfectamente, dejándola brillante y luminosa. Esto permite eliminar muchas más bacterias y proporcionar una limpieza más profunda y eficaz.


5. Reduce el impacto medioambiental

Los lavavajillas son respetuosos con el medio ambiente. La cantidad de detergente para lavavajillas bajo en fosfatos es significativamente menor que la cantidad de detergente líquido utilizado para la misma cantidad de platos.

Un aparato completamente cargado minimiza el consumo de litros de agua en comparación con el lavado a mano. Según una estadística de la Universidad de Bonn (Alemania), para lavar a mano la vajilla de una cena para 12 personas se necesitan unos 103 litros de agua, frente a los 15 de una carga completa de un lavavajillas de nueva generación.


6. Reduce el consumo de energía

En comparación con un antiguo lavavajillas de clase A, los electrodomésticos de última generación (clase A+, A++ y A+++), consumen un 30% menos de energía.


Errores con el lavavajillas

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No obstante, para que el resultado sea perfecto, hay que saber utilizar el electrodoméstico correctamente. Lamentablemente, se ha comprobado que suelen cometer muchos pequeños errores que comprometen el buen funcionamiento del aparato.

También es cierto que a veces damos por sentado que lo sabemos todo sobre el equipo y evitamos leer las instrucciones de uso, lo cual nos permitiría optimizar los ciclos de lavado en función de las ollas y la vajilla a lavar.

Aquí una lista de los errores más comunes en el uso del lavavajillas:

1. Pensar que lavar a mano es más eficiente que lavar la vajilla

En términos de higiene y respeto al medio ambiente, el lavavajillas sale ganando, ya que proporciona una excelente acción desinfectante y hace un buen uso de los recursos hídricos.


2. Enjuagar la vajilla antes de meterla en el lavavajillas

Los jabones detergentes necesitan suciedad por limpiar, y si la vajilla llega ya empapada, las enzimas del jabón no harán su trabajo correctamente. Esta práctica puede dañar la superficie de los platos y las ollas, por lo que es mejor eliminar los restos de comida que sean muy grandes con un cepillo o una servilleta, pero volver a meter los platos «bien sucios» en el lavavajillas.


3. Usar el tipo de detergente equivocado

La vieja escuela dice que los limpiadores en polvo son mejores que las nuevas ofertas líquidas, ya que el polvo se disuelve perfectamente, mientras que los líquidos pueden contener residuos que atascan los desagües y las tuberías.

Para un lavar de manera consciente con el medio ambiente y con tus tuberías, es aconsejable optar por jabones sin perfumes, policarboxilatos ni fosfatos (sustancias muy contaminantes). En el mercado hay una gran variedad de productos ecológicos que sustituyen las sustancias químicas más nocivas por otras como el ácido cítrico, los citratos y el bicarbonato, que aseguran un excelente lavado respetando nuestro delicado ecosistema.

Las pastillas 3 en 1 son una alternativa válida a los detergentes en polvo y líquidos y, además, ahorran en el consumo de abrillantador y sal.


4. No utilizar adecuadamente el potencial del lavavajillas

Los lavavajillas son más convenientes si se lava una carga completa, poniendo la cantidad correcta de detergente. De lo contrario, se corre el riesgo de desperdiciar agua, energía y detergente.