Cómo limpiar una parrilla interna

¿A quién no le gusta asar, rostizar y hacer barbacoas?

Preparar una sabrosa barbacoa al aire libre en verano, quizás invitando a muchos amigos, es una forma estupenda y divertida de pasar las tardes en compañía de tus seres queridos. Por no hablar del encanto del lado casi ancestral que tienen este tipo de eventos.

Sin embargo, una vez que se acaba la diversión, viene la parte más dura: la de limpiar el interior de las barbacoas, parrillas, fogones y brasas.

¿Te preguntas cómo hacerlo? Descubrámoslo en este artículo.

La verdad sobre la limpieza de tu parrilla

La limpieza de los aparatos que utilizas para preparar tu comida es fundamental, ya sean hornos, barbacoas, placas de cocción, parrillas o cualquier otra. Los restos de comida favorecen la acumulación de bacterias, provocan la oxidación y, a fuerza de utilizar altas temperaturas, ya sean eléctricas y, lo que es peor, utilizando el fuego o las brasas directamente para cocinar, se carbonizan, lo que se convierte en algo altamente cancerígeno.

Evidentemente, cuanto más moderna sea la barbacoa o la parrilla, más posibilidades tendrá de ser «fácil de limpiar». Tal vez tenga una plancha antiadherente, lo que hace que la limpieza, al menos en la superficie, sea muy sencilla. Sin embargo, si preparas carne, pescado o simplemente vegetales es inevitable que la grasa o los líquidos se cuelen en la plancha.

Cómo limpiar una parrilla interna

Nadie quiere comer alimentos cocinados en una plancha con costra o en una barbacoa oxidada. Así que vamos a ver cómo limpiarlos correctamente.

A continuación, te presentamos cómo limpiar una parrilla interna:

1. Limpieza de las placas de parrillas extraíbles

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Si la placa interior de la parrilla es extraíble, nada puede ser más fácil.

Lo único que hay que hacer es esperar a que se enfríe por completo. Cuando esté lo suficientemente fría como para poder tocarla con las manos sin riesgo de quemarse.

Hay que llenar un fregadero o una bañera con agua, preferiblemente caliente, y jabón. Si no tienes tiempo de esperar a que la pieza se enfríe lo suficiente, no olvides manipularla con un guante de cocina.

En este punto, sumerge la parrilla interior en agua y déjala reposar el tiempo necesario para que la suciedad se ablande. Este tiempo depende de la frecuencia con la que se limpie la parrilla. Si la limpias cada vez que la usas, está claro que solo bastarán unos cuantos minutos.

Cuando las incrustaciones estén lo suficientemente blandas, limpia la parrilla con una esponja.

Ten cuidado de no utilizar la parte abrasiva, porque entonces corres el riesgo de rayar también la capa antiadherente y esto puede ser muy perjudicial para tu salud. Una vez terminada la operación, seca las parrillas y vuelve a colocarlas en su sitio.


2. Limpieza de las placas de parrillas no extraíbles

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Si la limpieza de las rejillas extraíbles no es tan difícil, otra cosa son las que no se pueden quitar. En este caso, lo único que hay que hacer es mantenerlos limpios, pero ¿cómo? Te sugerimos tres formas: utilizando papel de aluminio, papel secante o agua.

  • Aluminio

Puedes forrar la placa de cocción con papel de aluminio, asegurándote de que el papel se adhiera bien a la parrilla. Después, pasarás a cocinar la carne, el pescado o lo que sea como de costumbre.

Cuando la comida esté lista, solo hay que enrollar el papel de aluminio, empezando por los bordes hacia el interior, para que las grasas, los líquidos, etc. queden dentro y no se filtren en el aparato.

Puede que no consigas que la carne quede con las líneas características que deja la parrilla caliente, pero protegerás la salud de tu parrilla.

  • Papel secante

Si deseas utilizar papel de cocina, primero debes cocinar los alimentos y luego esperar a que la parrilla alcance una temperatura cálida. No debe estar tan caliente que pueda incendiar el papel, ni tan frío que este método sea ineficaz.

Cuando esté a la temperatura adecuada, tendrás que cubrir la superficie de la parrilla con papel de cocina. Esto absorberá las grasas y los líquidos, eliminándolos casi por completo de la superficie de la parrilla. Cuando el papel haya terminado de absorber, simplemente puedes limpiar la parrilla con agua caliente o con un detergente adecuado de forma rápida y sencilla.

  • Agua

Si utilizas agua, siempre asegúrate primero de que la parrilla, si es eléctrica, esté desconectada de la corriente.

Solo entonces podrás rociar agua sobre la superficie aún caliente, lo que ayudará a eliminar la suciedad y los líquidos de forma rápida y sencilla.

Para pulverizar el agua puedes utilizar un cómodo atomizador o un recipiente vacío para detergentes en spray, de esta forma te asegurarás de que el agua cubra toda la superficie y proceder de la forma que desees.

Después, solo hay que limpiar y secar la superficie y ya está.


3. La bandeja de grasa

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Hay otra parte que debes cuidar de limpiar porque, aunque no está en contacto directo con los alimentos, es la más propensa a oxidarse y almacenar incrustaciones. Hablamos de la bandeja de grasa, es decir, la parte de debajo de las parrillas donde suelen depositarse los líquidos, la grasa que gotea y la suciedad.

Esta pieza necesita una limpieza menos frecuente que las anteriores; no obstante, si la limpias con frecuencia facilitarás enormemente tu trabajo.

Para limpiarla te sugerimos que hagas lo mismo que sugerimos para las rejillas extraíbles, ya que es un componente que siempre puedes retirar de tu dispositivo.

Sumérgela en agua caliente cuando esté fría, deja que la suciedad se ablande y luego lávalo con una esponja no abrasiva o un limpiador desengrasante para facilitarte el trabajo.

  • Una cosa más

Cada aparato necesita un método de limpieza en función de su estructura o modelo.

No se puede lavar una placa de cocción pequeña de la misma manera que se lavaría la parrilla de carbón. Infórmate bien leyendo las instrucciones antes de limpiar para poder utilizar el método y los productos más adecuados.

Recuerda que es importante mantener el horno, la barbacoa, plancha o parrilla perfectamente limpios no solo por razones de higiene y para proteger tu aparato, sino también para evitar que lo que cocines la próxima vez tenga el mismo sabor que del último platillo que has preparado.

A nadie le gustaría probar un filete que sabe a pescado o una hamburguesa de salmón, ¿no crees?


Limpieza de barbacoa a carbón